El enrojecimiento facial es una manifestación benigna de una condición de la piel, la rosácea, y resulta en la presencia de dilatación vascular superficial que da a la cara una tez roja, especialmente en las mejillas, nariz y mentón. La rosácea, por su parte, se acompaña de signos más intensos con lesiones de acné y engrosamiento progresivo de la piel de la cara (especialmente en la nariz y el mentón).
La mayoría de las veces, el único signo clínico obvio es un enrojecimiento difuso de la cara que se ve agravado por el calor, el frío, los alimentos picantes, el café y el alcohol. A pesar de la naturaleza muy benigna de la rosácea, sigue afectando la calidad de vida de muchos pacientes que pueden desarrollar un complejo severo.
EL TRATAMIENTO
La rosácea responde muy bien a los tratamientos con Luz Pulsada Intensa. Esta tecnología tan segura no es nueva y ha demostrado su eficacia. Se trata de apuntar a la piel con un haz de luz muy intenso. Esta luz es atraída por los pigmentos rojos presentes en los pequeños vasos dilatados de la piel y los elimina gradualmente en las 3-4 sesiones que normalmente se requieren.
En la clínica de medicina estética, utilizan la tecnología BBL® con el tartamiento revitalizante «Forever Young» que emplea luz pulsada intensa de forma muy selectiva y efectiva para una resolución más rápida del enrojecimiento. Este enfoque no implica ningún riesgo si se aplica a individuos con piel relativamente pálida y especialmente no bronceada. El tratamiento dura sólo unos minutos y no es doloroso. Bastará con aplicar una crema anestésica antes del tratamiento para que sea más cómodo.